El pasado martes en ocasión de la vista del Ministro de Educación y Cultura Pablo da Silveira al Palacio de Gobierno departamental fue consultado en rueda de prensa por varios temas le preguntamos sobre educación inicio de clases y conflictividad y esto respondió:
“Sí, un inicio de clases que repite lo que lamentablemente ha sido una constante en este quinquenio y es… la total insensibilidad de los sindicatos de la enseñanza respecto de los costos que tienen, las medidas que toman, los costos que tienen sobre los alumnos, sobre el aprendizaje de los alumnos y sobre el funcionamiento de las familias. Porque para una madre sola, cajera de supermercado, que tiene que estar un montón de horas fuera de su hogar, que sus hijos no puedan ir a la escuela o no puedan ir al liceo, además de todo… le significa un problema de funcionamiento familiar bastante grande. Este es un país libre, cada uno decide qué medidas toma para defender sus puntos de vista, sus intereses, sus posiciones. Este gobierno nunca jamás interfiere en esa clase de decisiones. Pero eso no quita que no nos parecen bien, que nos parece que las medidas de este tipo deberían ser en todo caso la última medida a tomar y no la primera como ha sido costumbre en estos años.”
L.C – Cuando usted aduce insensibilidad, carga toda la responsabilidad en el sindicato como si del otro lado no se hubiese podido tender puentes. ¿No hay una autocrítica por eso, ministro?
“A ver, los paros no los decide el gobierno ni las deci- den las autoridades educativas. Cada uno es respon- sable de las decisiones que toma. Después todo es opinable e insisto cada uno tiene derecho a defender sus intereses y cada uno tiene derecho a sentir que no fue suficientemente escuchado, la macana a diferen- cia de lo que pasa en otras partes del mundo es que la primera medida sea siempre la interrupción de clases cuando en realidad se pueden hacer muchas otras cosas si es que se siente que no se ha sido suficiente” Dijo el ministro.
L.C – ¿Qué otras cosas se podrían hacer?
“Desde acciones de opinión pública hasta reuniones en distintos locales o aún en vía pública sin entorpe- cer el tránsito. Se pueden hacer muchísimas cosas.
¿Por qué? La medida tiene que ser siempre la que más daña a los alumnos” nos dijo ante la pregunta de un colega ¿Considera que va a ser un año tan conflicti- vo como el anterior?
Da Silveira señaló “Es un año electoral y los años electorales suelen ser complicados. Así que me temo que vamos a vivir una situación.”.. ¿Son atendibles los reclamos más allá de la medida que ya manifiesta que tienen que ser conflictos? “
Como siempre en la vida, algunas sí, otras no. Muchas de las cosas que se dicen no son ciertas. Por ejemplo, ha quedado claro que la famosa denuncia del tremendo recorte presupuestal en ANEP no es verdad. Hay otros reclamos que tienen que ver con una visión que nosotros no compartimos. Tienen que ver con la pretensión de algunos sindicatos o gremios de la educación de cogobernar la enseñanza. Noso- tros no compartimos esa visión. A la enseñanza la gobiernan los representantes de los ciudadanos, como corresponde en una democracia. Y después hay quejas y reclamos sobre cuestiones puntuales que pueden ser, cómo no, justificadas. “
Descentralización, la preocupación central del M.E.C
L.C – Ministro, pasando al otro tema, usted hacía referencia a lo que ha significado los cambios en el Registro Civil, los casamientos, las inscripciones. ¿Qué otro punto podría destacar de su gestión usted?
“Bueno, todas esas referencias tenían que ver con lo que es una preocupación central de esta gestión del Ministerio de Educación y Cultura, que es la descentra- lización. Todos sabemos que vivimos en un país muy centralizado, en un país donde los servicios y mucho de lo que ocurre está concentrado en Montevideo y sus alrededores. Y hay un… largo, histórico, déficit en relación al resto de la República. Y nosotros, en todos los órdenes, estamos trabajando desde el día que asumimos para tratar de enderezar un poco eso que está torcido. Eso abarca lo cultural, la creación de la red de centros culturales nacionales tiene que ver con eso, hasta el nombre. Fíjense que en Uruguay estamos acos- tumbrados a que si una institución es nacional, enton- ces está Montevideo. ¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así? La idea de llamarle Centro Culturales Nacionales , tiene que ver con eso, con resaltar que lo que pasa en esos lugares… es de relevancia nacional, es importante para todo el país y no sólo para la localidad donde ocurre. Y miren que tenemos inaugurando centros culturales nacionales no sólo en capitales departamen- tales, sino también en ciudades, en núcleos urbanos del Uruguay profundo, en Vichadero, Rivera, en Minas de Corrales. El mensaje es esto que pasa aquí, es importan- te para el país entero. Luego, la red de bibliotecas públi- cas, que hemos vigorizado muchísimo, con un trabajo de liderazgo muy intenso de la Biblioteca Nacional. Hay una cosa muy linda que estamos haciendo, que es la digitalización de colecciones de prensa histórica del interior. Un material al que frecuentemente no era fácil acceder. Que eso tiene consecuencias sobre cómo se cuenta la historia. Porque una de las cosas que hacen los historiadores con su trabajo es mirar prensa de época. Ahora, si uno solo mira la prensa nacional, se pierde la visión de los acontecimientos que está estudiando, que hubo. en lugares específicos de la República. Entonces estamos avanzando mucho en la digitalización de prensa histórica del interior para que todo el mundo tenga acceso a esa visión más local del devenir histórico del país. Luego, efectivamente, en Registro Civil hemos hecho muchas cosas para favore- cer a la población del interior, para facilitarle los trámi- tes a la población del interior, para facilitar procedi- mientos tan esenciales. que tienen que ver con cosas centrales de la vida de la gente, como casarse, como tener un hijo. como tal vez inscribir la defunción de un padre, todas cosas que son muy centrales en la vida de las personas. Queremos que sea para la gente en interior tan sencillo y tan directo como es para la gente de Montevideo. Y luego el tema patrimonial, esa política de salir a declarar monumentos históricos fuera de la capital, porque el país está repleto de edificios, de monumentos que tienen un enorme valor, pero que simplemente… una visión demasiado centralista no ha permitido. Les pongo solo un ejemplo, uno de los últimos monumentos que hemos declarado monumen- to histórico nacional es la estatua hecha por nada menos que José Luis Zorrilla de San Martín, uno de los más grandes escultores que ha habido en el país, en conmemoración de la batalla de Sarandí. Ahora, ese hermoso monumento, que va a ser muy grande y muy imponente, está en Sarandí Grande, en una ciudad que ni siquiera es capital departamental del departamento de Florida. Si hubiera estado en Montevideo hace déca- das, hubiera sido declarado monumento histórico”.
Finalmente Da Silveira expresó que ya se realizaron cuatro declaraciones de monumento histórico aquí en Colonia. Y es que la Comisión de Patrimonio que es quien estudia los casos y le presenta las propues- tas al ministro tiene varias carpetas a estudio y recalcó:
“Yo les pedí que pusieran el énfasis en el interior”.