Su nombre era María de las Mercedes Santalla, su niñez transcurrió en el barrio de Las Casillas de Juan Lacaze donde vivía con su abuela junto a su madre, una trabajadora de la entonces textil Campomar & Soulas donde ella también ingresó como obrera a los 18 años. Se casó con Freddy Cecilia y en la dictadura se exiliaron al vecino país. Argentina los acogió por veinte años y allí consolidaron la familia, nacieron: Ana, Eugenia, y Clara. Cuando regresó a Juan Lacaze en el año 2002 retomó la militancia política, su capacidad de trabajo posibilitó que en las elecciones del año 2009 fuera electa suplente del diputado Mario Perrachón por el MPP y durante cinco años se desempeñó en el despacho como Secretaria, su apertura para escuchar le fueron dando el impulso necesario para que sus compañeros la propusieran candidata titular a representante nacional. Fue Presidente de la Mesa Departamental del FA Colonia, integró la Dirección Nacional del MPP. Desde el 2015 al 2020 se desempeñó como representante nacional y si uno busca en su historial Parlamentario aparece su iniciativa en 13 proyectos, sin embargo sabemos que aunque no quedara plasmado en el papel, su participación en los temas de interés de la ciudadanía eran permanentes, ella no buscaba aparecer en la foto, pero propiciaba soluciones, tenía la capacidad de escuchar, de unir y de hacer llegar el tema a los lugares donde se les podía encontrar salida.
Cuando cerró Fanapel fue una de las que se reunía con el Sindicato que luego fue reconvirtiéndose y fue ella quien trajo la iniciativa para que se capacitara y abrieran cooperativas de Servicio que hasta hoy están activas en Colonia. Cuando cerró la textil “Puerto Sauce” ella permanentemente buscaba que una Cooperativa Metalúrgica lograra mantener puestos de trabajo. De cualquier punto del departamento donde la llamaran iba a escuchar, era campechana y pese a que la enfermedad le empezó a quitar energía ella se entregaba a sus tareas, en el 2020 luego de haber dejado su cargo, diferencias con el MPP la hicieron renunciar, pero siempre se mantuvo cerca a algunos referentes que no la olvidaron y ella le hizo saber a Nicolás Viera que contaría con su apoyo.
Era alegre, sencilla y su don de gente permeo en la sociedad y trascendió a su partido. Comprometida con sus ideales y orgullosa de su familia a quienes amó y disfrutó estos últimos años de sus hijas y yernos a los que siempre mencionaba y lo que le dio plenitud a su vida, sus nietos.