El pasado miércoles la Corte Electoral validó las firmas necesarias para habilitarlo y habrá plebiscito de la seguridad social en las elecciones del 27 de octubre buscando derogar la reforma realizada por el gobierno.
El plebiscito promovido por el PIT-CNT busca establecer en la Constitución que la edad de retiro sea los 60 años, equiparar las pasividades mínimas al salario mínimo y eliminar las AFAPS.
La ciudadanía debe estar bien informada al momento de decidir su voto, ya que hay mucho en juego sobre el futuro del país en ese plebiscito. Y no puede reducirse la discusión únicamente a la edad de jubilación, sería demasiado simplista ya que es una obviedad que la gran mayoría de las personas queremos cuanto antes dejar de trabajar y percibir un ingreso. El tema es ¿llegada la edad está asegurado que percibiremos la jubilación?
La reforma realizada por el gobierno implicó, básicamente, adecuar el sistema de seguridad social, debido a un claro desfinanciamiento de varias cajas y la proyección a largo plazo de imposibilidad de pagar las pasividades. La realidad indica que existe una reducción de nacimientos y tasa de natalidad, y un aumento de la tasa de sobrevida esperada. Son datos incuestionables. Ahora bien, ello implica que habrá menos personas jóvenes para trabajar y con su aporte sustentar las pasividades. Por ello, se crearon las AFAPs, sistema de ahorro individual que ayuda a equilibrar el sistema, porque no depende de los aportes de los activos. El objetivo de la reforma, básicamente, es asegurar que los jubilados perciban su jubilación, y no vernos más adelante con un problema de no poder pagarlas. Esta visión debe estar muy presente, porque como dice el dicho «pan para hoy, hambre para mañana». Retroceder y no adecuarnos a la nueva realidad implicará que el sistema pueda quebrar.
Es más, no se suele advertir que el gobierno previó un sistema de convergencia de los regímenes actuales con la reforma. Es decir, el nuevo sistema provisional no es aplicable a las personas nacidas en 1972 o antes y que configuren causal jubilatoria al 31 de diciembre de 2032. Es decir, se mantienen las condiciones para jubilarse de tener 60 años de edad y 30 años de trabajo. Y para aquellos que configuren causal jubilatoria a partir del 1 de enero de 2033, y hasta el año 2043, en el cálculo de su jubilación se le aplicará una regla de proporcionalidad que converge el régimen jubilatorio anterior con el nuevo sistema previsional. Tampoco se aumentan los aportes personales que se destinarán a los efectos previsionales, sino que se mantienen en un 15%.
Respecto a las AFAPS creadas en la Ley N° 16.713 del 11/09/1995, permanecen en el nuevo sistema previsional, y se extiende, además de los afiliados a BPS, a los aportantes de los otros regímenes jubilatorios estatales (Militar y Policial) y Cajas Paraestatales (Bancaria y Profesionales Universitarios), que ingresen al mercado de trabajo a partir del 1 de diciembre de 2023. En dicho régimen no existe tope de jubilación, cuanto más se ahorre, mayor será la renta. Y el monto que se cobra mes a mes es vitalicio. Eliminarlo sería una catástrofe dadas las tendencias demográficas. Tener un sistema múltiple, es lo más recomendable.
En suma, el nuevo régimen jubilatorio viene a reforzar la sostenibilidad del sistema, que antes era absolutamente deficitaria porque fue pensado para una realidad que cambió. Derogarlo en caso de ganar el plebiscito podría implicar la definanciación del sistema.
De modo que, se trata de un tema trascendental para el país.
Tan es así, que todos los candidatos a presidente electos en las internas se manifestaron rechazando el plebiscito.