L.C. -¿Firmaría para habilitar el plebiscito por una deuda justa la propuesta que lleva el senador Manini Ríos?
G.Z. -No, no me parece una propuesta atendible, no me parece una propuesta con sustancialidad, porque el propio Cabildo Abierto tiene que recordar que cuando hubieron resoluciones jurídicas de situaciones anteriores, léase ley de caducidad de hace ya 50 años, que fue aprobada y ratificada luego por dos plebiscitos y referéndum populares, hemos sostenido y yo he sostenido junto a él que esas situaciones jurídicas de seguridad deben de mantenerse, no pueden revocarse. Pero sucede que en la propuesta de Manini los contratos que se hacen, aún con intereses que pudieran no parecer los debidos. Esos contratos deben respetarse bajo el peligro de atacar la seguridad jurídica. Dicho en otras palabras, lo jurídicamente confeccionado por acuerdo de partes o en el otro caso por acuerdo de la ciudadanía debe de respetarse. No podemos invalidar, el Estado no puede ingresar a invalidar contratos bajo la égida de lograr situaciones más justas. En definitiva, es verdad que ha habido, a mi juicio, desacuerdos en cómo computar el delito de usura. Esos desacuerdos, hoy hay un proyecto de ley que está prosperando porque ya fue aprobado en Diputados, que es el proyecto del diputado Peña, para evitar la usura de futuro. Pero el proyecto de Manini, además, por el rango constitucional, que me parece que no debe darse a los proyectos que son de ley, no de constitución, ese proyecto de Manini quebrantaría el ordenamiento, quebrantaría la seguridad jurídica y por lo tanto no tiene mi apoyo.
L.C. -¿Qué pasa con la propuesta del PIT-CNT para reformar la seguridad social, y eliminar las la AFAP?
G.Z. -Bueno, no sé si decirle que estoy en desacuerdo o yo llegaría a filmar en todo caso dicho plebiscito, lo estoy diciendo con ironía, porque me parece tan disparatado que no creo que en absoluto logre luz verde. Primero, porque es un plebiscito en materia de seguridad social que vuelve, como el proyecto de Manini, a querer reformar la Constitución. No debemos lo que son materias legales transformarlo en materia constitucional porque es darle un rango que no merece. Segundo, porque es una forma de confiscación de bienes que van a meritar múltiples juicios al Estado por esa acción de quedarse con los fondos de la AFAP y desproteger al ciudadano que había hecho ahorro en el sistema de AFAP. ¿Esto significa que yo esté totalmente de acuerdo con los proyectos que propició el Poder Ejecutivo en materia de seguridad social? No, no estoy totalmente de acuerdo. Considero que fueron demasiado superficiales y que no entraron en los verdaderos temas de seguridad social y aún aceptando que nuestra clase pasiva está cada vez en mayor crecimiento contra una clase de la que no es la que está en el mundo. La base activa que es la que aporta y la que ha decrecido en números, sin embargo, no puede ser que este sistema que se intenta modificar, ahora mediante una acción que yo diría populista, porque habla de resultados inmediatos, desconociendo cuáles son las bases para que esos resultados inmediatos puedan ser ciertos.
L.C. -¿Qué visión se lleva de la visita a la Jefatura de Colonia?
G.Z. -Soy crítico con los temas de seguridad, no pongo en aprietos a los funcionarios de seguridad. Mi visita al jefe fue absolutamente en términos protocolares, porque no quiero abusar de mi posición de parlamentario muy crítico de los temas de seguridad cuando no es responsabilidad de la policía. La responsabilidad es política, es responsabilidad del ministro del Interior y del presidente de la República. Por lo tanto, a la policía yo no le paso factura. Le paso facturas al sistema político que está en el gobierno en este momento, que es mi propia coalición y que no ha cumplido con el compromiso país con todos los puntos.
L.C.- ¿Evalúa usted dejar su candidatura?
G.Z. -No está previsto en este momento, pero estoy previendo que de futuro se va a dar la siguiente situación. Hay un candidato que tiene ventaja dentro del partido, que es Robert Silva. Considero que la ventaja de Robert Silva, que sea de repente por un punto o dos porcentuales, no amerita que sea el candidato del partido. El resto del partido tiene que organizar sus ideas y hacer acuerdos, si es necesario, para poder contrarrestar esta fórmula. Yo lo que estoy analizando es si vale la pena que haga acuerdos con otros candidatos del partido, apoyando incluso otras candidaturas, con los cuales estoy dando un paso al costado de mi propia candidatura, pero pensando en lo que va a ser la representación del partido en las próximas elecciones nacionales. Yo vengo de una triste historia en cuanto, no por nada personal, pero a difundir la figura del economista Talvi como candidato del partido cuando yo postulaba mi ubicación en el Parlamento. Fue una experiencia compleja. ¿Por qué? porque nuestras orientaciones filosóficas eran dispares. A ver, recordemos, Talvi fue el que dijo que entre Martínez y Manini él prefería a Martínez, y Martínez era el candidato de la oposición en aquel momento. Esa disyuntiva de Talvi no quiero que se me repita ahora con otro candidato del partido. Por lo tanto, no tengo decisión, pero estoy evaluando si es factible hacer algún acuerdo con otro candidato del partido con el que pueda tener mayor vinculación antes de las internas.
L.C. -O sea, bajaría su candidatura.
G.Z. -En términos tan negativos como bajaría su candidatura te tengo que decir que sí, pero permitime la opción mía y es organizar candidaturas para evitar que determinadas orientaciones en el partido sean los titulares de la orientación del partido. Puede verse como descenso, puede verse como acuerdo. Mi intención sustantiva es llegar al Senado de la Cámara para tener más poder con todas las ideas que estoy implementando.
L.C. -¿Y con quién se siente más afín en este momento?
G.Z. -No, mi cabeza bulle en la noche, me despierto a las 5 de la mañana y empiezan a surgir nombres que empujan. ¿Por qué? Porque en todos estos negocios no está el mejor, está el menos malo y yo también me ubicaría en esa categoría. Así que hay pro y hay contra.
L.C. -¿Ya está negociando con alguno?
GZ-No, no, no, no. Yo he pasivamente recepcionado personas que se han acercado a mí de las distintas orientaciones.
L.C. -¿El doctor Ojeda se acercó a usted?
G.Z. – Sí. Y Tabaré Viera también. Y Gurméndez también. Y… Acosta y Lara, también. Y Carolina Ache, también. Me está faltando… Silva. No, Silva es lógico que no se acerque. Creo que es así bueno, el nombre es más complejo excepto esa figura y la figura de Robert Silva las otras figuras del partido se han acercado para mantener conversaciones Insisto, se me puede creer o no creer, soy político. Así que yo recomiendo no creer a los políticos, pero tengo que decirlo. Hay un tema que se pactó en el CEM, que se denomina el que gana, gana. Es decir, si uno saca el 24% y el otro saca el 23%, el que saca un porcentaje de un 1% superior se lleva la torta.
L.C. -Ocho candidatos son muchos dentro de un partido.
G.Z. -Son muchos, sí.
L.C.-Y si hicieran un acuerdo grande, digamos, y quedaran menos candidatos, también se va a polarizar un poco más y va a ser más atractivo para el electorado?
G.Z.-Pero brillante tu manifestación, porque ese tema, por supuesto, está en la mesa de conversación de todos mis adherentes del 97. Lo primero que dicen es, si tú haces acuerdo con uno… El segundo va a hacer acuerdo con el cuarto y el tercero acuerdo con el quinto, por supuesto. Pero tiene más lógica que la candidatura del partido no salga por la mera comparación entre un candidato de ocho y otro candidato de ocho, sino que haya bloques dentro del partido.
L.C. -De estas personas de gobierno, por ejemplo, Robert Silva, ¿cómo lo califica usted en su actuación en el gobierno? Es decir, ¿sintió que aportó?
G.Z.-Silva? Yo creo que aportó en la reforma educativa, pero la principal reforma educativa no fue tratada por Silva. La principal reforma educativa fue en la LUC, que hoy hablamos de mañana, que cambió la gobernanza de secundaria, de primaria y de la Universidad del Trabajo, gobernanza que antes tenía una injerencia gremial excesiva, a mi juicio, y que fue reducida a la gobernanza política. Ahí… fue la verdadera modificación. Luego Silva implementa planes de currícula, que digamos que es la segunda capa de pintura que le damos a la pared, que me parece importante. Con alguno estuve en discrepancia, el referente, por ejemplo, a la posibilidad de los niños de pasar de año a pesar de no tener notas de suficiencia, que se mantuvieron las posiciones del Frente Amplio en esa orientación. Así que a pesar de salvedades que he tenido, considero que Silva hizo una buena labor en el área de educación.
L.C. -¿Gurméndez se equivocó en denunciar a Cosse?
G.Z.-No, nunca que haya una denuncia necesariamente es una equivocación. Yo creo que hay una evaluación de un proceso real que fue un sobrecosto enorme, como tuvo el Antel Arena. Un apartamiento de los principios de Antel al darse la construcción, tema que el propio fiscal habló de gastos exorbitantes, no recuerdo ahora exactamente la frase, pero no creo que se haya equivocado. Sucede que en este momento la justicia a veces tiene demoras y posiciones a veces difíciles de comprender. En lo particular yo, conjuntamente con cinco diputados más de la coalición y… cuatro representantes del Frente Amplio, terminamos una investigadora con el tema FENAPES, donde yo estimé, después de evaluar los dichos de los testigos, que había al menos ocho delitos presuntos, porque los delitos son presuntos hasta que un tribunal dice la efectividad. Bueno, yo establecí y me pareció que había ocho delitos presuntos. Se hizo la denuncia ante la Fiscalía y hace un año y medio que estamos esperando resultados.