La salud mental hoy es una realidad que se está imponiendo como prioritaria y urgente atender.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental «es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.».
Es decir, la salud mental no significa meramente ausencia de trastornos mentales, sino que es mucho más amplio, y complejo, que cada persona experimenta en su vida de una manera diferente, y con distintos grados de dificultad y angustia. Porque a lo largo de la vida, puede haber distintos determinantes individuales, sociales y estructurales que pueden combinarse tanto para proteger o para desmejorar nuestra salud mental.
En nuestro país en el año 2017 se dictó la Ley N° 19.529 llamada «Ley de salud mental», recogiendo en su art. 2 la misma definición que realizó en el año 2013 la OMS. En la misma se regulan aspectos concernientes a los derechos de las personas a la protección y atención de la salud mental; encomienda al Ministerio de Salud la elaboración de un Plan Nacional de Salud Mental; trata el consumo problemático de sustancias psicoactivas; enfatiza la salud y capacitación del personal que se desempeña en el área de salud mental como un pilar fundamental de la implementación de la política, con la finalidad de ser los captadores del riesgo como modelo preventivo en lugar de ser meramente asistencial; y las internaciones involuntarias, entre otros.-
El año pasado el gobierno presentó un plan integral sobre salud mental y adicciones, en marco de la implementación de la Ley de Salud Mental. Plantea entre otras medidas: más espacios de internación, nuevos centros 24 horas, ticket gratis para acceder a antidepresivos y el pago de las dos terceras partes del copago para financiar tratamientos por intentos de autoeliminación son algunas de las medidas proyectadas sobre la temática, ampliación de las prestaciones de salud mental pertenecientes al Sistema Nacional Integrado de Salud ampliando la cobertura de psicoterapia de 25 a 30 años, impulsar campañas de prevención y fortalecimiento de vínculos, capacitación de referentes comunitarios y médicos del primer nivel de asistencia, para responder de forma primaria ante pacientes con problemáticas de salud mental en la prevención del suicidio, en el ámbito de la educación en conjunto con ANEP se prevé trabajar para prevenir la patología en jóvenes; dentro de la solicitud para adquirir el carnet de adolescente, un control psicológico, con el fin de descartar cualquier índice de depresión o trastorno mental.
Datos clave. Según informa el Ministerio de Salud Pública existe una tendencia a la suba de la tasa de suicidios en Uruguay desde el año 2010 hasta la actualidad. En el año 2010 la tasa de suicidio fue de 16,2 muertes cada 100.000 habitantes, en 2016 se observó un aumento significativo de fallecimientos alcanzando un valor de 20.5/ 100.000 habitantes, cifra que se mantuvo similar en 2019 y 2020. En el año 2021, en plena pandemia, se registró un aumento que alcanzó un valor de 21.6 que continuó en 2022, llegando a 23.2 muertes por suicidio cada 100.000 habitantes, esto es un total de 823 fallecimientos en el año.
En 2022, el porcentaje de defunciones por suicidio según sexo fue de 22.1 % en mujeres y 77.9 % en hombres. Por franja etaria revela que la tasa más alta de suicidios – 42.8 – se encuentra en la población de 90 años y más, seguida por las personas de entre 75 y 79 años, con una tasa de 39.0 y en tercer lugar las de 60 a 64 años, con 32.4 muertes cada 100.000 habitantes. Las cifras por franja etaria se reducen levemente en las edades adultas entre los 30 y los 60 años, y vuelven a aumentar en la franja que corresponde a la población de entre 25 y 29 años, con 31.6 muertes cada 100.000 habitantes.
Y según datos oficiales del Ministerio de Salud Pública y del Ministerio del Interior, se observa que el suicidio supera a los siniestros de tránsito y homicidios. En 2020, la tasa de muerte por siniestros de tránsito fue de 10,7 cada 100.000 habitantes, y por homicidio, de 9,9 cada 100.000 habitantes.
Mientras en el mundo los suicidios disminuyen en América siguen subiendo, según informa la OMS. En nuestro país, además existe una paradoja, porque si bien los análisis internacionales caracterizan a Uruguay como uno de los países más seguros y felices de América Latina, la tasa de suicidios dobla el promedio de la región, como indica el Ministerio de Salud Pública.
Esto demuestra que no podemos ni debemos ignorar el tema. Existe la falsa creencia de que hablar sobre el suicidio incita a cometerlo, se esconde y se silencia por estigmas culturales, cuando, en realidad, es la forma de tratarlo, para educar a la población y eliminar esas falsas creencias. En los países donde hay bajas tasas de suicidio existe una sintonía de la sociedad civil y los organismos del Estado. Por ejemplo, en el caso de Finlandia que redujo a la mitad la tasa de suicidios, su estrategia incluía mejorar la concienciación y poner en marcha intervenciones bien informadas sobre los riesgos de suicidio en muchos ámbitos de la sociedad, para se pueda comprender la conducta, identificar los signos de angustia y poder derivar a recursos especializados.
La OMS recomienda su guía LIVE LIFE para la prevención del suicidio con la puesta en marcha de cuatro intervenciones con base empírica: 1) limitar el acceso a los medios de suicidio, como armas de fuego o pesticidas altamente peligrosos; 2) educar a los medios de comunicación sobre la forma responsable de informar sobre el suicidio; 3) promover las habilidades socioemocionales de los adolescentes; así como 4) identificación temprana, evaluación, gestión y seguimiento de las personas afectadas por pensamientos o comportamientos suicidas.
Si bien no hay recetas únicas, lo cierto es que prevenir puede significar salvar vidas.
NÚMEROS DE EMERGENCIA
0800 0767 y *0767
línea de prevención al suicidio
Si tienes o conoces a alguien que está deprimido o tiene problemas por favor acude a esta línea, que es gratuita y disponible las 24 horas del día y para toda la población del país, sean usuarios del sector público o del sector privado.