Siguiendo con el tópico que venimos viendo desde la columna pasada, que tiene que ver con los riesgos laborales en temporada estival, es de suma importancia tratar sobre los riesgos por exposición a Radiaciones No Ionizantes).
Conceptos generales a tener en cuenta
El término radiación nos resulta familiar y es común asociarlo a centrales nucleares, radiaciones utilizadas en laboratorios, radiaciones para imágenes en hospitales (como rayos X). Sin embargo, no todos saben el significado de la palabra. Pero las experiencias en la vida diaria nos enseñan que, cuando aportamos energía a un objeto éste a su vez emite la energía recibida, pero esta emisión puede realizarse en forma de otro tipo de energía distinta a la que hemos transferido al objeto. Un ejemplo, al conectar una bombilla la misma emite luz y, además se calienta. La energía eléctrica recibida se transforma en energía luminosa y en energía térmica. Las radiaciones son una de tantas formas en las que los objetos nos devuelven la energía que les hemos transferido o que, a veces, tienen acumulada de forma natural. Por ejemplo el sol emite energía (radiación solar), la cual se propaga en todas las direcciones a través del espacio mediante ondas electromagnéticas, generándose en las reacciones del hidrógeno en el núcleo del sol por fusión nuclear (cuando dos átomos de hidrógeno chocan uno con el otro, a estas presiones y temperaturas tan altas, se fusionan formando otro elemento llamado helio, dicha reacción de fusión libera grandes cantidades de energía en forma de luz y más calor), siendo emitida por la superficie solar. Aunque no vemos cómo surge, sí es un fenómeno muy presente en nuestro día a día.
En la columna pasada vimos que no es lo mismo Peligro que Riesgo, puesto que el Peligro es la fuente del riesgo, mientras que el Riesgo se da por la exposición. Vimos que hay distintos tipos de riesgos, entre los cuales se mencionó a los riesgos físicos. Siguiendo con estos hoy vamos a enfocarnos en los electromagnéticos (que pueden ser radiaciones ionizantes y radiaciones no ionizantes). Vamos a ver específicamente un tipo de Radiación No Ionizante.
Para el tema que vamos a tratar el peligro es el día fuertemente soleado y el riesgo es la exposición a las Radiaciones No Ionizantes trabajando a la intemperie bajo el sol. El tipo de radiación no ionizante que nos interesa son los rayos UV o ultravioletas. La exposición prolongada a estas radiaciones, puede tener efectos graves en la salud de las personas que trabajan al aire libre. Abordaremos los riesgos para la piel, y los ojos. Además de proporcionar consejos de prevención y para protegerse de manera efectiva. Es crucial concientizar sobre este tema para promover prácticas seguras en el lugar de trabajo, en especial si es a la intemperie.
Por lo hablado hasta ahora, la radiación ultravioleta (UV) es un tipo de onda electromagnética que viaja desde el sol hacia la tierra, al igual que la luz visible y la radiación térmica. La radiación UV que alcanza la superficie terrestre está compuesta principalmente por rayos UVA y un pequeño componente de rayos UVB.
La Radiación UVA: los rayos UVA son rayos ultravioleta que menos energía tienen sin embargo no es motivo de subestimarlos debido a que producen envejecimiento de la piel y alteraciones en la pigmentación de la misma.
La Radiación UVB: los rayos UVB causan quemaduras de piel con eritema doloroso y ampollas. La exposición durante mucho tiempo aumenta las posibilidades de adquirir cáncer de piel. En los ojos pueden provocar pingüécula (crecimiento amarillento en la conjuntiva pudiendo contener depósitos de proteínas, grasas y calcio), pterigión (crecimiento de tejido carnoso compuesto de vasos sanguíneos), además estos rayos favorecen la opacidad del cristalino dando origen a las cataratas.
Otros efectos negativos de la radiación ultravioleta:
En la piel puede haber trastornos celulares que ocasionan hiperplasia epidérmica. Además de constatarse procesos de fotosensibilización química, fotoalergias, e incluso efectos crónicos: Carcinoma basocelular, melanoma, etc. Y en los ojos un cuadro clínico común es la fotoqueratitis o fotoqueratoconjuntivitis, es dolorosa, se acompaña de lagrimeo, y fotofobia.
Medidas Preventivas y de protección:
- Reducir las horas de exposición. Si es posible evitar trabajar entre las 10 y 16 horas. Es cuan-do recibimos mayor radiación por rayos UV. En caso de poder reacomodar sus horarios, se puede dividir la jornada en 2 (antes de las 10 y después de las 16 horas).
- De ser posible, trabajar siempre bajo cubierta que dé sombra.
- Usar sombrero de ala ancha, que cubra cara, ojos, orejas y nuca.
- Es importante el tipo de ropa de trabajo como protección: los colores oscuros como negros, azul y rojo rechazan las radiaciones UV que son las que dañan la piel. Si se usa manga larga, mejor. Si son prendas de lino o algodón mejor.
- Si no entorpece el trabajo, usar lentes de sol con filtro UVA y UVB certificado, que se adecúe al rostro (si tienen protección lateral, por supuesto, es mejor).
- Utilizar protector solar factor 30 FPS o mayor: aplicarlo sobre la piel seca 30 minutos antes de exponerse al sol y cada 2 ó 3 horas. Reponerlo después de transpirar. -Tener en cuenta que aunque el día esté nublado la radiación está presente, por lo que se deben seguir con las mismas medidas de prevención y protección.
En conclusión, es crucial tomar en cuenta los riesgos de la exposición a los rayos UV en el trabajo bajo el sol. La prevención y la protección son fundamentales para salvaguardar la salud de los trabajadores. Recordemos que la conciencia y las medidas de seguridad no sólo protegen la piel, sino que también preservan nuestra calidad de vida a largo plazo.
Mantengámonos informa-dos, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública, si ven que aparecen manchas en la piel, lunares, o alguna afección en los ojos no duden en acudir al médico. Hasta la próxima.