Durante mucho tiempo el trabajador era un engranaje más en los procesos industriales. Con el avance del Derecho Laboral, y la concientización sobre los trabajadores como individuos, queda obsoleta la otrora visión del trabajador como una mera fuerza laboral sin tener en cuenta todo lo que define a una persona, y comenzamos a ver al trabajador como un ser holístico, un ser biopsicosocial, de ahí que hoy en día se tengan en cuenta los Riesgos Psicosociales en el trabajo y los factores de riesgos psicosociales. Es crucial abordar estos riesgos, ya que pueden afectar la salud mental y el bienestar de los trabajadores en general, así como la productividad y el ambiente laboral.
¿Qué son los Riesgos Psicosociales?
Los riesgos psicosociales en el trabajo son aspectos del diseño, organización y gestión del trabajo (así como del entorno social), que pueden causar daño psicológico, social o físico.
Existen factores psicosociales que pueden favorecer como perjudicar la actividad laboral (veremos que cuando perjudican son factores de riesgos psicosociales). Una lista de éstos son: *Factores del entorno y del puesto de trabajo. *Factores organizativos. *Relaciones interpersonales en el trabajo. *Seguridad en el empleo (que tiene que ver con la estabilidad y futuro de la empresa) y desarrollo de carrera profesional. *Carga total de trabajo.
Ejemplo de Riesgos Psicosociales que se pueden identificar.
-Se identifica el Riesgo Psicosocial de sobre-exigencias psicológicas del trabajo, que tienen que ver con el entorno y el puesto de trabajo: Donde encontramos una sobrecarga de trabajo (exigencias psicológicas). La Carga Mental viene determinada principalmente por el grado de procesamiento de información que realiza una persona para desarrollar su tarea. Lo cual implica que el cerebro recibe unos estímulos a los que debe dar respuesta, es decir que se trabaja con cierta cantidad de información por unidad de tiempo, interviniendo la complejidad de dicha información, a eso le sumamos un ritmo elevado y falta de claridad en las funciones, y un supervisor que quiere máxima producción o servicio en el menor tiempo posible. También influyen jornadas laborales largas y horarios irregulares o extensos. En este tipo de Riesgo Psicosocial también identificamos la falta de autonomía. Incluso influye un diseño deficiente del entorno y carencias en la adaptación ergonómica, lo que conlleva pérdida de confortabilidad para el trabajador.
– Falta de control, influencia y desarrollo en el trabajo: Cuando el margen de autonomía en la forma de trabajar es muy reducida; a veces la estructura de los procedimientos en el puesto de trabajo es muy rígida, y aunque el trabajador tenga conocimientos para trabajar de forma más eficiente y productiva, no se le permite aplicar sus habilidades y conocimientos. A veces hay determinados procesos que a la vista es obvio que carecen de sentido, pero el trabajador no es tenido en cuenta, por falta de influencia, y se lo obliga a seguir dichos procedimientos. También influye la imposibilidad de adaptar el horario a las necesidades familiares por falta de flexibilidad en la organización, que lleva además a no poder decidir cuándo el trabajador puede tomar la media hora de descanso.
– Falta de apoyo social y calidad de liderazgo: El trabajo aislado es un factor determinante para los riesgos psicosociales (podemos tomar ejemplos de quienes trabajan en un hospital en economato, o en un laboratorio), a esa soledad se le puede sumar la falta de compañeros para consultarles, para pedir ayuda. El liderazgo debe ser claro y bien definido (una organización con falta de liderazgo es una organización débil). Si las tareas están mal definidas, el supervisor debe ayudar al trabajador a esclarecer. La falta de ayuda por parte del supervisor y las tareas mal definidas o sin la información adecuada también afecta al trabajador.
– Escasas compensaciones del trabajo: Cuando no hay reconocimiento del esfuerzo del trabajo, incluso llegando a faltas de respeto. Salarios muy bajos. Estancamiento, falta de ascenso (no sólo salarial sino también en el organigrama jerárquico del lugar donde se trabaja).La existencia de inseguridad contractual. Cuando se cambia al trabajador de puesto o servicio contra su voluntad.
– Doble jornada o doble presencia: Hay casos en que los/as trabajadores/as tienen obligaciones impostergables en el ámbito familiar y doméstico (limpieza del hogar, ayudar a los hijos con los deberes, asegurarse de que coman, vayan a la escuela en condiciones apropiadas y un gran etc.).Esto supone exigencias (trabajo no remunerado), que deben asumirse de forma simultánea a las del trabajo remunerado. Pueden haber casos en que la organización del trabajo no tenga en cuenta lo mencionado, y omitir algún pedido de descanso, o incluso pedir que se trabaje doble turno (para cubrir la falta de un compañero), y no es tan fácil negarse cuando el trabajo no abunda y es muy necesario, y menos cuando al trabajador o trabajadora le costó mucho conseguir ese empleo.
Otros Riesgos Psicosociales, como los tenidos en cuenta por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo son: -Exigencias contradictorias. -Cambios organizativos mal gestionados. -Precariedad laboral. -Comunicación ineficaz. -Acoso sexual. -Clientes, pacientes, alumnos, etc. difíciles de tratar. A todos los Riesgos Psicosociales mencionados les sigue una larga lista.
No debemos soslayar que cada trabajador tiene sus factores protectores personales que favorecen su salud mental, mientras que otros son más vulnerables, por tanto como respuesta a los Riesgos Psicosociales se pueden manifestar: el estrés, el burnout, la ansiedad, y depresión. *Estrés, según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), como: “respuesta física y emocional dañina causada por un desequilibrio entre las exigencias percibidas y los recursos y capacidades percibidos de un individuo para hacer frente a esas exigencias”. A lo mencionado respecto a la Carga Mental, se suman aspectos afectivos correlacionados con la frustración, motivación, inseguridad y demás aspectos psicosociales de la personalidad del individuo. *Burnout. En la publicación: Estrés Laboral. Síndrome de Burnout y moobing en el equipo de salud; Aspectos psicológicos; de la Universidad de la República, Comisión sectorial de Educación Permanente, una de las autoras (Beatriz Capezzuto Castro), se refiere al Burnout como: “término en inglés cuya traducción más aproximada es la de «estar quemado», la de «desgastarse», hace referencia a un tipo de estrés laboral; es un tipo de respuesta prolongada a estresores emocionales e interpersonales crónicos en el trabajo. Está descrito en trabajadores cuya tarea se encuentra en relación directa con las personas en una modalidad de ayuda y responsabilidad para con su bienestar y seguridad”. Según la autora son vulnerables a este síndrome, también llamado “de desgaste profesional”, aquellos quienes ejercen una labor tanto asistencial (por ejemplo en la salud: médicos, enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos, etc.), docentes (en todos los niveles de la enseñanza), como en la seguridad (policías, bomberos, transporte, entre otros). Pero hagamos el ejercicio de pensar en alguien que trabaja como cajero/a de supermercado, y los interminables reclamos (que a veces no tienen que ver precisamente con ese trabajador), o aquellos clientes que al final deciden a último momento dejar todo en el mostrador marchándose enfadados. Todo tipo de trabajo de servicio de atención al cliente, y los innumerables reclamos. *Ansiedad. Según La Organización Mundial de la Salud (OMS) las personas con: “un trastorno de ansiedad pueden experimentar un miedo o una preocupación excesivos ante una situación específica (como por ejemplo una crisis de angustia o una situación social) o, en el caso del trastorno de ansiedad generalizada, ante una amplia gama de situaciones cotidianas”. *Depresión. Según la OMS: “Durante un episodio depresivo, la persona experimenta un estado de ánimo deprimido (sentirse triste, irritable, vacío) o pérdida de placer o interés en actividades, durante la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas. También están presentes varios otros síntomas, que pueden incluir falta de concentración, sentimientos de culpa excesiva o baja autoestima, desesperanza sobre el futuro…”. Algunos trabajadores a priori ya sufren de ansiedad y depresión, esos los vuelve más vulnerables, por lo que es imperante trabajar en la capacitación y concientización de gerentes y altos mandos sobre esos casos particulares, a fin de que bajo ningún concepto sean excluidos.
Vemos entones la seriedad que reviste los Riesgos Psicosociales a los que se exponen los trabajadores, conllevando una carga de sufrimiento innecesario, y por la falta de concentración que producen en los trabajadores pueden acaecer otros tipos de riesgos como de caídas desde lugares muy altos, al olvidarse de colocar un arnés en los trabajos en altura, exponerse a riesgos de accidentes con mayor frecuencia por la falta de atención.
Las medidas preventivas:
-Fomentar el apoyo entre trabajadores y supervisores. – Promocionar la autonomía en las actividades propias de las tareas en el puesto de trabajo, a fin de que haya más control sobre este (por parte del trabajador). -Aumentar las oportunidades para que el trabajador pueda hacer uso de sus conocimientos y habilidades. -Garantizar el respeto y el trato justo a los trabajadores.- Impulsar medidas como políticas contra la discriminación y exclusión. -Implementar una fuerte política contra el acoso sexual en el trabajo. -Impulsar políticas contra todo tipo de violencia y hostigamiento, como la intimidación y violencia psicológica conocida como “mobbing”. -A nivel de organización, impulsar la claridad y la transparencia organizativa, proporcionar toda la información necesaria a los trabajadores, para que los mismos puedan realizar las tareas y adaptarse a los cambios. -Darle más importancia a la participación del trabajador en la organización. -Flexibilidad a fin de facilitar la compatibilidad de la vida doméstica/familiar y laboral. -La cantidad de trabajo debe adecuarse a la duración de la jornada.
Para contrarrestar el miedo, debido a que hablar sobre salud mental siga siendo tomado como un estigma, se deberá seguir lo propuesto por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo sobre los Riesgos Psicosociales: “…cuando se plantean como un problema de organización y no como un fallo individual, los riesgos psicosociales pueden abordarse de la misma manera estructurada y organizada que otros riesgos para la salud y la seguridad en el trabajo”. Evaluando Riesgos, y llevando a cabo Medidas Correctivas (Implementando un plan de prevención de riesgos). Es fundamental que las organizaciones reconozcan la importancia de la salud mental en el lugar de trabajo y tomen medidas proactivas para abordar los riesgos psicosociales; los cuales son una preocupación creciente en el mundo laboral actual, según datos de la OMS, se estima que, a nivel mundial: “…cada año se pierden 12 000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, a un costo de US$ 1 billón por año en pérdida de productividad”.
Al identificar y gestionar adecuadamente estos riesgos, las empresas pueden mejorar la calidad de vida laboral y fomentar un entorno donde los empleados se sientan valorados y apoyados, disminuyendo el ausentismo laboral.