Domingo 28 de abril, es el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. La seguridad y salud laboral es un tema relevante para la sociedad ya que afecta a la calidad de vida de las personas que trabajan y a la productividad de las empresas, no limitándose a un aspecto que se da con los trabajadores dentro de las instalaciones de las distintas áreas laborales, ya que muchos factores de riesgo que derivan en accidentes y enfermedades laborales empiezan desde la casa, el barrio, la comunidad; y a la inversa, las fallas en los procesos pueden afectar la salud en el hogar, el barrio, o una localidad entera, esto se puede dar a causa de contaminación producida desde una planta industrial por Efecto o Consecuencia (lo que representa la pérdida) a causa de un Acontecimiento (Incidente), pudiendo afectar directamente al trabajador involucrado en el incidente. Como vemos, esto va en doble dirección, y ese trabajador pudo haber estado bajo una serie de condiciones subestándares que derivó en un accidente. También es importante tener en cuenta, que en los puestos de trabajo existe una variedad de factores de riesgos: aquellos que son violentos y repentinos (de Seguridad o accidentes) e Higiénicos (físicos, químicos, y biológicos, afectando a los trabajadores bajo una exposición prolongada), ergonómicos y psicosociales a los que están sometidos los trabajadores.
HISTORIA
Vamos a tratar sobre una breve reseña del origen y la evolución, de la Prevención de Riesgos Laborales.
El ser Humano siempre tuvo la necesidad de trabajar para conseguir alimentos, agua, construir algo que lo proteja del sol, la lluvia y demás riesgos que se presentan a la intemperie, y por tanto, fue sometido históricamente al ensayo y error, originados por los accidentes en sus trabajos, perfeccionando la forma de trabajar y sus resultados. Pero no habían instrucciones escritas de cómo trabajar para evitar lesionarse, ni para obtener mejores resultados en el trabajo: cacería, pesca, qué frutos a recolectar no son venenoso, o como construir una choza resistente.
Si nos remontamos sobre el año 1770 a.C. concretamente en la figura del rey de Babilonia, Hammurabi (1792 – 1750 a.C.), encontramos el primer Código Legal (conocido como el Código de Hammurabi) donde figuran 282 leyes, algunas de las cuales se refieren a los accidentes por fallas en la construcción y sus responsabilidades civiles y penales, un ejemplo de ello, es la Ley nº 229, que nos habla de la responsabilidad profesional, donde un arquitecto que haya construido una casa que se desplome sobre sus ocupantes y les haya causado la muerte es condenado a la pena de muerte.
En la antigua Grecia ya era conocida la relación entre enfermedades y distintas actividades laborales: Hipócrates (S.IV a.C.) estudió los efectos nocivos del plomo en los mineros, de manera que a lo largo de los siglos distintos estudiosos de la medicina fueron documentando ese tipo de relaciones causales entre diferentes trabajos y enfermedades específicas.
Pero si alguien merece el nombre de Padre de la Medicina Ocupacional o Salud Ocupacional, es el Italiano Bernardino Ramazzini, quién publicó en el renacimiento tardío italiano por el año 1700 de nuestra era, el ensayo ‘De Morbis Artificum Diatriba’ (Tratado sobre Las enfermedades de los trabajadores), donde se describen decenas de enfermedades profesionales (de distintos oficios) y considerado el documento fundacional de la actual disciplina denominada ‘Higiene Industrial’.
Lamentablemente todo ese conjunto de conocimientos no tiene consecuencias prácticas para la protección de los trabajadores hasta el siglo .XIX, done el recrudecimiento de las condiciones de trabajo de grandes masas de mano de obra, fruto de la Revolución Industrial, que en nombre del progreso económico se llevó la vida de hombres, mujeres y niños, produce el planteamiento de normas reguladoras. Surge así el Derecho Laboral, que por su origen sobre los grandes perjuicios de los trabajadores tiene cierta autonomía con respecto al resto de las ramas del Derecho.
Nuestro país fue un adelantado en materia de Derecho Laboral, con la Ley Nº 5032 sobre Prevención de Accidentes de Trabajo en el año 1914, cuando el resto del mundo estaba pendiente del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo ese progreso se congela por muchas décadas.
Y es a partir de entre los años 80 y 90 del siglo pasado, cuando se desarrolla en los países del primer mundo todo un sistema normativo de carácter preventivo (esto quiere decir, aplicar medidas para que no se produzcan daños en los trabajadores a consecuencia del desempeño de sus tareas) impulsado por un organismo internacional como es la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo especializado de la ONU. En 1981 se publica el Convenio 155: ‘Convenio sobre la seguridad y salud de los trabajadores’, que es ratificado por numerosos países, entre ellos el nuestro por la ley Nº 15965 en el año 1988 y reglamentado recién por el Decreto 291 en el año 2007, que declara que los empleadores deben garantizar, la salud y seguridad de los trabajadores en todos los aspectos relacionados con el trabajo.
Pero atendiendo a datos aproximados a los actuales (del año 2018), existen en el mundo 541 millones de trabajadores jóvenes (entre 15 y 24 años) representando el 15% de la fuerza de trabajo en el mundo, y padecen una tasa de accidentes no mortales hasta un 40 % más alta que los trabajadores adultos mayores de 25 años. Entre los trabajadores jóvenes, hay 37 millones del grupo de edad 15-17 años que realizan trabajos peligrosos. Por lo tanto el Derecho Laboral a nivel mundial aún tiene un gran recorrido pendiente.
Está en el inconsciente social la frase: “El trabajo dignifica”, paradójicamente una teoría muy aceptada sobre el origen de dicha palabra es que: trabajo proviene del latín tripaliare, a su vez de tripalium, (una especie de yugo con 3 palos donde amarraban a los esclavos para azotar).
Lo conveniente que tiene la historia es recordar y hacer una introspección de los errores pasados a fin de no volverlos a cometer. Auguremos entonces que ni para los trabajadores de Uruguay ni del resto del mundo vuelva a existir el mero vestigio de aquello que antaño fue llamado tripalium.